sábado, diciembre 31, 2011

La mejor música de 2011

Confieso que no tenía idea de qué poner para terminar el año. En el penúltimo día se me realicé un conteo por Twitter, como lo he hecho desde 2007 en radio y ahora en la red social, de la mejor música del año. Así puedo encontrar lo que fue la esencia de este 2011 y poder definir mejor lo que sucedió en los últimos 12 meses. Así que sin más preámbulo aquí van las mejores canciones de 2011.


Espero disfruten el conteo, ¡Ah! Se me olvidaba, feliz año 2012...

domingo, octubre 23, 2011

Desorden y caos envueltos en letras varias.

Idéntico a una película noruega del siglo actual. La vida de uno, la vida que pasa y que ve uno pasar. Alguna vez discutí con alguien sobre el concepto de estabilidad, o de establecerse. Ya no lo recuerdo, veo pasar la vida y observo lo que la concurrencia llama establecerse, es válido.

Tan válido que no aplica a individuos varios. A esos que nos gusta la vida como va pasando, verla, pero también tocarla, como en la citada película noruega. Un día dejamos todo y nos embarcamos al río Sena a escribir, al siguiente nos encontramos en Santiago de Chile, quejándonos de lo mal que fueron nuestras experiencias pasadas.

A la semana que viene en Bilbao, en el nuevo museo Guggenheim. Y no sé, a la estación invernal en plena  influencia del Trópico de Cáncer, decidiremos festejar el Día de San Patricio con el verde tradicional irlandés, sino es Dublín, será Boston. Después disparar balas de pintura al aire y desde lo alto, para rematar en una pista de patinaje sobre hielo.

Libros de arte con la promesa de un diseño auténtico. Obras de teatro, tardes frente a la pantalla con un Xbox 360, la música estruendosa de las nuevas bandas británicas, un equivalente al Rachmaninov de Shine, directo de los confines de este mundo.

Ojos negros y miradas pérdidas, música de los años noventa y un documental del último colapso económico. Charlas de café, citas de negocios que no llegan y próximas mudanzas a concretarse. Vacíos y medios llenos constantes, Beth Gibbons de fondo, un recordatorio siempre palpable de que la vida pasa, y pasa, uno quiere más.

Plantas y árboles de plástico, más música, letras que nos anuncian la inutilidad de establecerse para individuos varios. Cuento de uno en uno, hasta cuatro y me despido, después camino y seguimos en la música. Las citas de negocios llegan, los fines de semana nos hacen volar ¿Hace cuánto no voy a playa? Días soleados de un otoño irregular, caminos viejos y nuevos, retornos desde las altas montañas, noticias breves y escasas.

Alergia a la pimienta de cayena, una banda gringa que se separa, yo duermo, cinco horas en días laborales, intento que sean diez en asueto. Cupones para fast food, una vieja revista de ciencia, una invitación a fiesta de etiqueta, Oktoberfest y el viejo muro. Sueños singulares, fantásticos e irreales, pero muy realizables.

Un punto y coma, risas de niños, lecturas pendientes, presentaciones de publicación, archivos demos, reconfiguración de ordenadores, planeación de viaje, quizá Santiago, Canberra, Dublín o Bilbao. Por lo pronto envuelvo este desorden y lo convierto en este caos, listo y embarcado.

Algún día llegará a su destino, espero estar ahí para cuando ello suceda...

martes, septiembre 20, 2011

Fin del verano.

Termina un pseudoverano más. No hizo calor, las playas no se abarrotaron, no hubo cruceros en un Mar Mediterráneo. Al contrario, existió lluvia, un calor húmedo bastante irregular, contaminación ambiental y un clima de ansia por la llegada de la estación más estación en esta latitud, el otoño.

Recién observé como caían las hojas de los viejos fresnos de la casa paterna. No rememoraré aquel texto tan poco comprensible como la mayoría de las ideas que se escriben en este espacio. Intentaré más bien dar un giro a las cosas, como en un guión de película española post franquista, o mejor aún, entrar a una estructura no lineal con situación inverosímil que nos permite jugar con las frases y hasta las letras.

Hay días que cambio de número y de género en las frases. Me encanta decir un comida o la clásica ya las canción, comprendo que este tipo de construcciones son más incomprensibles que las líneas que ahora tratamos de escribir.

El escape de dejar los formalismos y los tecnicismos en el lenguaje no siempre resulta muy agradable para el público conocedor y mucho menos para el desconocedor. Resulta hasta pretencioso en muchas ocasiones, aunque es inevitable descansar de esa estética un tanto aburrida y por ende, con mucho más pretensión que un simple cambio de género o número en las oraciones.

Me encanta escribir de esa forma, desordenada y sin ningún objetivo específico, es como sentarte en un parque del centro de Boston a ver caer las hojas de los árboles en el otoño pleno, más pleno que aquí, y observar a la gente que camina deprisa, que añora que sus Red Sox ganen otra vez una Serie Mundial, para después disfrutar de un Halloween suburbano con peleas de huevos, un Thanksgiving de pavo y futbol americano y llegar a la Navidad.

¡Qué razón tenía mi amiga productora! Llega septiembre y se acaba el año, el verano, por muy poco verano que haya sido se ha ido. Un otoño que intenta serlo nos cae como anillo al dedo, imitamos lo que hacen en Boston pero con el futbol soccer y un Día de Gracias de comida rápida, un pastel de chocolate y sin tarta de calabaza, llegará pronto las navidades, cambio de número, y el año como Gregorio nos lo dio a entender habrá terminado.

Me gusta escribir desordenado, desordenado como este último año, que para mi terminó hace pocos días, con par de pasteles, una cena y plegarias auténticas. La verdadera esperanza de que la primavera sea lluviosa, el verano si sea caluroso, que los cambios de género y número no disgusten a los lectores, y que en el último jueves de noviembre tengamos tarta de calabaza y pueda escribir de esa manera sin que se oiga como pretensión, ni que suene como un montón de cosas que pasaron.

Al final agradeceré la llegada de un otoño que me hace culminar ciclos, ver hacia atrás y repasar todos los hechos de las últimas cuatro estaciones, y como la obra de Vivaldi al fin haber comprendido los cierres de movimiento, y pasar la página.

martes, agosto 23, 2011

La Europa de las postales y la de las revueltas


Más de una semana de disturbios en Londres y otras ciudades británicasDesde elotro lado del mundo vemos y leemos asombrados las protestas juveniles, lossaqueoslas consignas no muy claraspero consignas al fin. Una generación desencantada invadida por la crisis económica, las diferencias sociales, la no integración de las minorías y el recorte del que alguna vez fue un "Estado de bienestar".
Algunos estudiosos hablan del gasto social, otros nos dicen que son jóvenes de sitios marginales, unos cuantos más nos comentan que las revueltas no están bien canalizadas ni tienen claridad política.
Revisar los análisis y dar una percepción de lo que sucede siempre resulta impreciso. 
Todos los comentarios tienen algo de cierto. El Reino Unido como el resto de los países integrados a la Unión Europea, aun contando a los no miembros Suiza y Noruega, están divididos en dos partes.
En primer lugar la Europa de la que hablan nuestros profesores y la que llegamos a ver en viajes turísticos: con monumentos, libertad, conocimientos e ideas, un nivel de vida que supera a la mayoría de los países y unaconciencia colectiva importante.
Desafortunadamente aflora en estos casos la otra Europa. La Europa de los excluidos, inmigrantes con pocas ilusiones, delincuencia, adicción a drogas, pandillerismo y pobreza, aunque no lo queramos creer, pobreza. Esa es la Europa que sale a protestar de manera desordenada quizá, de manera hasta ilegítima e ilegal, peroque clama en el fondo por una mejora de sus condiciones de vida, y clama también porque sus autoridades no le excluyan, que le dejen entrar en la Europa de la que todos estamos asombrados.
No es la primera vez que existen protestas de este tipo en el Reino Unido. Los años 80 fueron el apogeo de la violencia callejera, con tintes más políticos e ideológicos; ahora es más desorganizado, pero las razones no han cambiado demasiado, quizá ahora los saqueos son más hacia tiendas de tecnología en la actualidad y no en supermercados como ocurría hace veintitantos años.
Tampoco nos sorprende este fenómeno. Protestas similares han ocurrido en Francia y Grecia en la última década. Países como Alemania o Dinamarca que son ejemplos de tranquilidad ante el mundo, también han padecido de los incendios espontáneos de jóvenes enardecidos.
En este marco del Día Mundial de la Juventud, los gobiernos y las personas que toman las decisiones deberán reflexionar si los espacios ofrecidos a este sector son los adecuados en cantidad, calidad y estímulo; para queasí los jóvenes puedan canalizar mejor su energía en tópicos más constructivos como el arte, el deporte, la participación ciudadana y así formar mentes con mayor margen de conciencia.
Por lo pronto la Europa próspera deberá buscar como abrir la puerta a sus virtudes a esa otra Europa, para queno termine por derribar tal entrada, ni acabe saqueando y quemando el trabajo de muchos años.
Publicado en www.yoinfluyo.com el 15 de agosto de 2011


viernes, julio 29, 2011

Un medio más, muerte por inanición

Me entero de alguna manera algo consternado, pero también debo admitirlo, esperaba la noticia: la muerte de un medio más. Un medio que se prometió ser lo mejor, sería diferente, sería como los demás jamás se atrevieron a ser; y terminó siendo lo mismo, sus días acabaron como un medio más.

¿Las causas? No las conozco. Ya no importa tirar culpas y semiresponsabilidades, la mía incluida por no insistir en continuar y dejar el barco justo antes de que se hundiera. Al menos el capitán se quedó hasta el final, sus oficiales lo dejamos, porque los marineros dieron golpe de timón por la fuerza.

En la vida seis años son muy pocos, pero en este medio quizá pudo ser demasiado tiempo. Un despegue que jamás se concretó y como diría Pessoa: ensayamos constantemente para una obra de teatro que jamás se representará. Y así fue, no hubo ninguna función.

Aferrado a un concepto viejo, lo alternativo. Este término se murió en el vendaval del 20-04 de esta latitud. En otros rumbos se transformó y quedó muy poco de la idea original, se vende por paquete de 4 en tienda de conveniencia o de 12 en los supermercados.

Un medio que perdió su esencia, o que jamás la quiso abrazar. Una comunicación imperfecta con sus interlocutores; que irresponsables cultivaban frutos verdes, que refrigeraban y manipulaban con ingeniería genética de ideas burdas, no vigentes y en algún punto hasta vulgares.

Un medio más que perece, que nadie llora, que se perderá en ese ya viejo mal llamado ciberespacio. Agonizante de una larga enfermedad crónica y por ende incurable; la falta de inventiva, creatividad, compromiso, estilo y autocrítica.

Descanse en paz el medio, lo que prevalecerá por siempre será el mensaje... Hasta siempre EarwaxFM, Radio Alternativa desde la Ciudad de México.

miércoles, junio 01, 2011

Un poco de radio.

Lo admito con un poco de pena. Ya no escucho radio de frecuencia, me da mucha tristeza oír en lo que se ha convertido la banda de FM de la Ciudad de México. Noticias, estaciones de pop vacío, hueco o como quieran etiquetarle, al fin y al cabo es lo mismo, nada. Escribo este conjunto desordenado y visceral de palabras a unas cuantas horas del fallecimiento de un gran locutor, Abel Membrillo.

Muchos le recordarán por las voces que hizo para programas de TV y en doblaje por la tropicalización de términos adaptando geniales bromas a un digerible "español latino". Este deceso vuelve a poner sobre la mesa, al menos para los que nos gusta la buena radio, esa hambruna de buenos contenidos en los viejos aparatos receptores.

Ya son siete años desde que desapareció la última propuesta radiofónica diferente. Hemos vivido más de 2300 días una agonía que ninguna gran ciudad debería vivir, francamente no se lo deseo a ningún habitante de Nueva York, de Londres, ni siquiera de nuestros similares de Buenos Aires, Santiago, Guadalajara o Monterrey.

El hueco es enorme en la radio mexicana. Ni siquiera el streaming nacional con sus proyectos entusiastas ha logrado siquiera cubrir una mínima parte de lo que significa tener buenos contenidos en audio. En parte por la falta de estructuras en conexión, la desorganización, el secuestro en que vive la cultura popular en general, y porque no decirlo, la falta de profesionalismo y preparación de los últimos radioastas, un servidor se incluye también en esa lista.

Me voy más lejos, ya no escucho radio mexicana. En ninguna de sus modalidades, en ninguno de sus "múltiples" formatos, a ningún locutor de los que todavía están, ninguna voz me es satisfactoria. Es como si se hubieran callado, dejado de emitir sus sonidos. Y de ideas mejor ni hablamos.

Es como si una época se hubiera ido para siempre. Muchos dicen que el iPod se los tragó, que YouTube le ganó la batalla a los programas de radio, que los dispositivos de todo tipo y el internet nos dieron más horizontes. Ignoro las razones, lo único en que podría acertar es que ahora mis noches son las madrugadas y los amaneceres de estaciones británicas o francesas.

martes, mayo 24, 2011

Viaje de papel.

Tomo el título de una vieja canción de blues que habla de drogas. Le quito el sentido al porro y lo aterrizo en otra manera, le dejo las tonadas de esa vieja guitarra desafinada. Contrastes son los que sobran al escribir y al expresarte, el boleto muchas veces es de ida y el tour no incluye ni los viáticos.

Así es la mejor manera de viajar. Sin planes, con lo justo, sin guías de turistas, sin convenciones en la sintaxis, ni mucho menos con las maletas llenas de accesorios, los adjetivos. Con letra poco legible, combinación de la que llaman script y la cursiva; las "s" de remate, una "l" con forma de pato, que importa... si la sustancia es lo que cuenta, las miles de interpretaciones que se pueden dar. Las hay certeras, existen otras absurdas, unas que ni se acercan a nada, pero que provocaron algo, aunque sea mínimo.

Accidentado resulta el viaje de papel, rayones a falta de grafito, la tinta negra y azul, unos trazos que en ocasiones se confunden. Los pases de abordar registran fechas y lugares, quedan muy pocas referencias de ello, ya no sé si el vuelo dura una o doce horas, o solamente dos, pero en autobús de mala muerte.

Resulta que es cierto, los compañeros de viaje son esas porciones de amigos que comentaban en el Fight Club. La comida malísima, nunca pido carne en los vuelos, me sienta mal y hace que se me escapen sí, esos superfluos adjetivos, con tres o cuatro adverbios, pero ningún sustantivo.

Cuando uno llega al destino resulta que se encuentra en otro lugar, a veces es de los que llaman comunes, otras ocasiones es nuevo y es donde uno puede disfrutar. El papel se arruga un poco, a veces se pone amarillento por la falta de trato, en caso extremo puede caer sobre el lienzo una copa de vino tinto, café soluble o si resulta que estoy de fino, una mezcla de la selva colombiana.

Destinos sobran. Puedo llegar a un satélite artificial, conectar en la lejana tundra, verme en la partida de skat en la frontera polaco-alemana, si es justificable, como los desnudos, resulta válido y muchas veces esencial para lo que se quiere expresar. Viajar en papel, sobre la barca, abordo de un tren ¡Cómo adoro que sea abordo de un tren! Remite a lo clásico, a lo viejo, a la nostalgia y a esa debilidad que se tiene sobre los trenes.

Sí, una debilidad. Los compartimentos, las maletas, un boletero que te pide tu pase de entrada, el vagón que se convierte en bar y da pie a historias de holandeses locos o de migrantes asiáticos que buscan una vida mejor en el centro de Europa.

Así ha sido este viaje de papel, exactamente como lo quería. Desordenado. Sin saber en que instante bajé del avión al tren, desconociendo cuando adjetivos se me salieron, si las letras "s" tuvieron remate o las "l" una cola de pato.

Sin saber el absurdo que provocará tal texto en los que se empeñan en llamar especialistas, y sin saber si llega a provocar un sentimiento genuino en personas más reales, más genuinas. En personas que no les importan los tours, ni los itinerarios o si viajan en clase premier o turista. El punto es viajar, aunque sea trazando líneas de las que llaman letras en un lienzo de papel.

martes, abril 12, 2011

Montañas de nieve azulada.

Las montañas se ven hermosas desde aquí, hileras interminables de nieve azulada. El balcón derruido de esta casa del centro de la capital me hace pensar en una abrupta caída. La fuente de abajo es pintada por un junkie neerlandés. Doy un sorbo a mi café soluble y me sabe bastante muy mal, no puedo creer que tenga nostalgia por un Oxxo en este momento.

Hace frío, es el mes de octubre. No llevo ni un mes aquí, pero parecen años. No me otorgan la visa, no es posible que apenas el verano pasado podía entrar a tu país, ahora solamente me separan una firma y 180 euros para llegar. El centro sur de mi destino está a pocos kilómetros de la capital, quizá unos ciento veintisiete, como en aquel país americano donde los veranos no son tales.

Mi típica impaciencia no me deja pensar, ni actuar. Entro a la habitación, marco los números de un teléfono de disco: uno, tres, cero, cuatro, dos, cero, uno, cero. El timbre suena siete veces, no respondes. Salgo de nuevo al balcón, doy otro sorbo a este remedo de café, grito tu nombre y la gente de la calle mira asombrada.

Me quedo contemplando. Después de ello salgo a la calle, paso por la fuente maltratada por el holandés y sonrió, al menos me sacó una alegría, así son los de las tierras bajas. Llegó calle arriba cerca de la estación de tren, justo en el reloj medieval. Son las 11:57, a las 11:11 contemplaba de nuevo los Alpes, desde ese viejo balcón.

A punto está de hacer su número el viejo reloj medieval. La primera vez que lo vi, era primavera y hacía sol, una niña helvética me sonreía y emocionada, como yo, esperaba el medio día. Dan las 11:59, veo pasar una sombra, años que no le veía pasar; volteo a mi derecha y veo la tienda de relojes, con 110 CHF podré comprar un recuerdo para llevarme de esta capital, aun si no me dan el pasaporte, la indecisión, la maldita duda de este país, así con todo, quiero entrar y transitarlo, vivirlo, conocerlo y dejar que me conozca.

Medíodía. El reloj medieval hace el número, me marcho. Iré a la estación de tren para bajar hacia el puente, ahí quedar en la orilla del río de la capital y entrar al restaurante. Al pie de ese gran caudal, pido un cognac, el individuo que me atiende es amable, y me ofrece unas tapas. Observo la circulación del río, en algún momento de mi vida quise que mis restos descansaran ahí. 

De noche el río es genial, te ayuda a entender los ciclos y las cosas de la vida; pero es mediodía, entonces es sólo medio entendimiento. Llega mi cognac y la tapa gratis. El río transporta un pedazo de tela, me estiro, lo recojo, tiene una inscripción. En mi mal traducción al castellano entiendo la siguiente canción:

Me ahogaré en mis creencias, para que te quedes en paz. Me vestiré como tu sobrina para lavar tus pies hinchados. Solamente no te vayas, no te marches.

No alcanzo a vivir, no lo alcanzo, no estoy viviendo. Solamente mato el tiempo bebiendo cognac y esperando entrar a tu país, a ti. Tus manos pequeñas, tu sonrisa de gato que me mata, siempre me ha matado. Solamente no te vayas, no te marches, no huyas.

El amor verdadero vive en paletas de caramelo, papas a la francesa y nieve de muchos sabores. Pero el amor verdadero espera, si espera, en sótanos encantados. Solamente no te vayas, no te marches, no huyas, no te vayas...

Complicadamente dejo un par de sorbos del cognac, la tapa apenas le hice caso. Salgo del restaurante, dejo los 23 CHF de la cuenta, vuelvo a mi habitación y empaco. No me darán la visa, no podré entrar a tu país, no podré conocerte mejor, no podré contemplarte, aunque no te guste que te contemple. Debo ir a casa y contemplar desde un balcón propio las montañas de nieve azulada en el mes de octubre...

Dedicado a Dal, donde quiera que se encuentre y llegue a encontrar...

jueves, marzo 03, 2011

Tres de cine.

Primera: La premiación de los Oscar.
El pasado fin de semana se llevó a cabo esta ceremonia de premiación que reconoce lo que los estadounidenses consideran lo mejor de su cine. En repetidas ocasiones, la Academia de ese país se ha equivocado en elegir o premiar ciertas cintas en lugar de otras. Las motivaciones son variadas, existen razones personales, de escrúpulos morales y hasta políticas.

En el anuncio que correpondió al director Steven Spielberg, lo expresó de una manera muy elocuente. El autor comentó que las diez películas nominadas a mejor filme del año sólo una pasará a la historia como la ganadora, pero las otras nueve que no se llevarán el premio pasarán a la posteridad como grandes clásicos del cine.

Coincido con el director en esta ocasión, muchas de las películas que se llevan el Oscar a mejor filme no son recordadas como el clásico que pudieron haber sido, en cambio, otras cintas que no fueron premiadas, son al paso de los años, producciones de culto, vaya, las que han resistido de mejor manera el paso del tiempo.

Segunda: Inside Job
Continuando con los Premios Oscar, una de las categorías favoritas del que escribe esto es la de Mejor Documental. En la penúltima premiación, la Academia volvió a hacer de las suyas al reconocer con la estatuilla dorada a un olvidable documental de ballenas, en vez de la denuncia de la industria alimentaria norteamericana con Food Inc.

En este año los que deciden se redimieron al elegir como mejor documental a Inside Job, un trabajo que disecciona las causas de la última crisis económica mundial y que expone a las instituciones responsables de ello, además de la complicidad de los diferentes estados-nación al proteger a las entidades financieras y bancos involucrados.

Inside Job se presentó en el Festival de Cannes y fue muy bien recibida, en los Oscar el discurso de aceptación de su director incluyo una breve frase, pero muy contendente: A tres años del inicio de esta crisis, ni uno de los responsables enfrenta un proceso judicial. Este enunciado parafraseado demuestra que también el cine puede ser un medio de denuncia y servir a causas sociales.

Tercera: Presunto Culpable
Este documental mexicano se presentó en las salas de cine de mí país a finales del mes de febrero. Recientemente por un juicio de amparo, una resolución judicial ha prohibido la exhibición de esta cinta en los complejos de todo México. Debemos mencionar que Presunto Culpable lleva un buen récord de taquilla y que el público se ha mostrado interesado en la temática que aborda el documental.

Este trabajo expone de manera cruda las deficiencias del aparato judicial mexicano. Sus inconsistencias, sus demoras y sí, la corrupción que impera en la forma de impartir justicia a la población en general. Es por ello que resulta muy sospechoso que se haya interpuesto un amparo en contra de la exhibición de la cinta, lo que la sociedad ya interpretó como censura.

Tres temas distintos en el cine, pero que son un fiel reflejo de que las sociedades se mueven por caminos bien distintos a los que creen los grupos dominantes. Por un lado en sus gustos, por los otros dos frentes, la preocupación de las personas para que las autoridades ejerzan su labor de manera cabal, el otorgar seguridad, justicia y equidad en un mundo cada vez mas caótico, deshonesto y lleno de incertidumbre.

miércoles, febrero 23, 2011

Revoluciones.

En el último mes, en lo que llaman el mundo árabe, se han suscitado hechos extraordinarios entre los pobladores de estos países. Comenzando en Túnez, pasando por Egipto, Jordania, Bahrein, Irán, Libia, Marruecos y otras naciones, el pueblo se ha levantado contra las instancias gubernamentales por la falta de oportunidades y la pobreza que padecen.

Las revueltas han significado la unión de las comunidades organizadas a través de las redes sociales, lo que algunos "expertos" calificaban de sitios frívolos y desinformadores, han demostrado todo lo contrario, que también sirven como un medio de comunicación efectivo en contra de esos Estados que tenían y tienen aún, el recurso de la censura como una forma de control de sus ciudadanos.

Estas nuevas revoluciones han puesto en la mira a internet como un medio libre. Los intentos de Estados Unidos y otros países por regular los contenidos en la red han resultado infructuosos y han provocado también la movilización de activistas en contra de estas formas de administrar contenidos que se quieren imponer, como lo es el ACTA.

La naturaleza de Internet ha transformado claramente la forma en que el mundo y la toma de decisiones en las diferentes sociedades. Las revoluciones en el mundo árabe no son inspiradas por un líder teocrático o religioso, ni orquestadas por los intereses de países occidentales y sus empresas para obtener beneficios económicos.

Dichas revoluciones son llevadas a cabo por personas educadas en universidades, que ven como su futuro se nubla por la falta de oportunidades, el desempleo y la corrupción que prevalece en estas naciones. Debemos recalcar que si bien no existen liderazgos claros, estas revueltas son auténticas y gozan de credibilidad, cosa impensable años atrás con las revoluciones simuladas en distintas partes del mundo.

De nuestras diferentes latitudes debemos reflexionar el cómo queremos utilizar el internet, solamente como un recurso para obtener información o entretenimiento, o para mejorar nuestras condiciones como sociedad. El ejemplo ya lo pusieron los que menos pensábamos, ahora toca el turno del resto de nuestras comunidades, sobre todo las latinoamericanas, tan acomplejadas, desconfiadas, temerosas y apaleadas. 

lunes, enero 17, 2011

Transgredir.

Años atrás en una plática para ganarme una insignia, un expositor nos ponía sobre la mesa el concepto de paradigma, tenía 17 años y francamente no mostraba mucho interés por comprender lo que nos quería decir este individuo. Nos dejó el trabajo de realizar el reporte acostumbrado y nos fuimos a casa.

Meses después, esa palabrita hizo mucho eco en mi cabeza. En el último año de bachiller, y buscando definir que estudiaría en la universidad, el vocablo paradigma cobró en mi una factura muy alta. Se metió a lo más profundo de mis pensamientos y fue parte fundamental para haber escogido una licenciatura.

Hoy, años después de aquel episodio del expositor, reflexiono sobre estas cuestiones. Gran parte de la crisis creativa que vive el mundo en estos tiempos es por el hecho de que los paradigmas que rigen nuestras sociedades no han sido cambiados, ni siquiera adaptados a las nuevas circunstancias.

Los avances en nuevas tecnologías son innegables y necesarios, la forma en que vive el mundo ha cambiado de manera sustancial. Pero los métodos, las concepciones, los caminos, vaya, los paradigmas son prácticamente los mismos de los últimos ocho o nueve años. Un estancamiento total.

La creación, el arte e inclusive las modas experimentan una crisis grave de inventiva. La estilización excesiva en la cultura popular, la visión comercial y de negocio, la tentación por las ganancias rápidas y fáciles han vulgarizado en gran parte el modo de concebir a una obra, ya sea una canción, libro, puesta teatral, película o pintura.

En estos años no han existido aquellos transgresores que rompían con todo y nos presentaban obras revolucionarias y totalmente independientes de la corriente dominante. Los creadores de hoy se han conformado con homenajes y tributos, precisamente a esos transgresores de reglas y creadores de nuevos conceptos.

El panorama no luce muy claro, confío y muchos confiamos en que la tendencia de un giro, un giro benéfico hacia la transgresión y así a la creación de nuevos paradigmas, al margen de la inmediatez, las ganancias fáciles, el discurso trasnochado y modas efímeras. Muchos lo deseamos, trabajamos en el día a día para conseguirlo, siempre desde nuestras trincheras, ahora en el sitio de aquel expositor que comprendo a cabalidad, sólo me tardé una década en entenderlo.