En este mes, que se encuentra a dos pasos de terminar, se conmemoraron las independencias de varios paises de Latinoamérica. En el caso particular la que me tocó vivir más de cerca es la del país en que nací, México. En los medios de comunicación el tema fue tratado de diversas maneras y se abordaron infinidad de teorías de lo que llaman una identidad nacional.
El ciudadano de a pie, con una necesidad brutal de festejar lo que fuera, se volcó en la calles de todo el país, para recordar que hace 200 años un grupo de conspiradores deseaba independizarse de España, en ese entonces ocupada por las tropas y la administración de Napoleón Bonaparte. Así, la nación mexicana tuvo un primer siglo devastador para su economía y su tejido social, la cual entrando a los primeros 100 años, vivió un proceso de lucha interna que los estudiosos llamaron revolución para posteriormente tener una dictadura de partido de casi tres cuartos de siglo.
Con todas estas experiencias difíciles, México se ha constituido como un país complejo y muy dividido. Una cohesión y sentido de pertenencia a la patria muy fuerte en aspectos de simbolos, pero muy endeble en acción y en la práctica de la vida diaria.
En medio de un desconcierto colectivo, con un sistema político debilitado por la ineficacia de sus actores, una sociedad civil nulificada, el factor del crimen organizado, la economía y los modos de produccion con 40 años de atraso, la educación deteriorada por el sindicalismo de corte populista y un largo etcétera, este gran país mira hacia un futuro no muy alentador, pero con un inesperado, inexplicable y sorprendente ánimo de cambiar las cosas.
México vive un momento clave de su historia, una oportunidad inigualable para analizar su vida independiente, y claro, redimir sus errores, componerlos, y quitarse de esos complejos ancestrales, para que en la próxima centuria nuestros sucesores conmemoren un tricentenario en mejores circunstancias que las que se conmemoraron el centenario y el bicentenario. Por cierto, puede sonar tardío pero ¡Viva México!